la culpa fue mía por escoger suicidarme contigo…

jueves, 22 de noviembre de 2012

Puro vicio

Todas las noches antes de dormir escucho un poco de rap, no sé, creo que me ayuda a conciliar el sueño. Pero esta noche ha sido diferente. He decidido pulsar el botón de reproducción aleatoria de canciones en mi blackberry pensando en que está bien variar un poco y ya que el día de hoy había sido bastante duro, necesitaba desconectar de la rutina. En estos momentos maldigo el instante en el que se me ocurrió la genial idea de pulsar ese botón. 194 canciones y precisamente tiene que sonar esa. 


WHEN YOU´RE CLOSE TO TEARS REMEMBER
SOMEDAY IT´LL ALL BE OVER,

ONE DAY WE´RE GONNA GET SO HIGH.
THOUGH IT´S DARKER THAN DECEMBER,
WHAT´S AHEAD IS A DIFFERENT COLOUR.
ONE DAY WE´RE GONNA GET SO HIGH

No me lo puedo creer, pensaba que la había borrado de mi lista de reproducción pero no, ahí estaba. Sonando. Recórdandome en cada estribillo todo lo que nos prometimos. 'We are gonna be for ever.' Y bien, ¿quién se cree ahora todo eso? Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas. Supongo que lo que siento es algo parecido a la impotencia. Esa sensación de no poder hacer nada frente a las dificultades y, posiblemente, también tenga algo de presión. Me agobia pesar en todos los momentos en los que decidí olvidarle, en todas las formas posibles de intentarlo, incluso en la de cosas que he hecho para tener una mínima probabilidad de borrar su recuerdo. Imposible, más que nada porque nunca existió un nosotros definido. Digamos que era como algo 'nuestro', inexplicable y difícil de controlar. Pero eso es algo que ya conozco más que de sobra. Lo que más me jode es que las veces en las que he estado más cerca de olvidarle (por decirlo de alguna manera) ha vuelto a aparecer de mil formas distintas y en fin, si a eso de mil dudas y un perdón le sumas que es mi piedra favorita... Pues caigo como una tonta a sus pies. Más que el no tenerle, me duele el tener que olvidarle y que él ya lo hayas conseguido con una asombrosa rapidez. Aunque no me lo creo. En este momento hay algo que me dice que parte de mí sigue en él, como parte de él está en mí.
Acabo de parar la canción porque me sentía incapaz de escucharla entera. Demasiado para una noche como esta. 
Pienso para mis adentros que no volveré a escribir nada que hable de él y sonrío. Es prácticamente imposible que lleve a cabo algo como eso. Escribir sobre él es puro vicio. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

martes, 13 de noviembre de 2012

Por miedo a olvidarnos.

Sabes que puedo subir, bajar, volver a subir y descender de nuevo tan sólo porque me apetece observarte desde ahí. Soy capaz de volver a creer una y otra vez en todas y cada una de tus estúpidas mentiras para pensar que estás conmigo. 
Puedo jugar a enamorarme, a pensar que soy inmune a todo eso que muchos llaman "amor", que no pasa nada y que soy yo la que decide quién sí y quién no, en lugar de aceptar la realidad y admitir que ahí no existe ningún tipo de criterio existente salvo lo que dicte el corazón. También se jugar a intentar olvidar, a deshacerme de recuerdos, tirarlos por la ventana, quemarlos con las cartas o romperlos en pequeños trocitos de papel. 
Es fácil lograr que sueñes cada noche conmigo hasta el punto de convertirme en tu peor pesadilla. 
Algunos días puede que me cruce de acera para no cruzarme contigo mientras que otros, rezaré y haré todo lo posible por un encuentro casual o intencionado. Me da igual como sea pero sé que bastará con verte. Puedo fingir que no sé nada, que soy una inocente y que no he roto un plato en mi vida mientras que te miro a los ojos fijamente, inmune a todo y a todos menos a ti. Habrá algún momento que otro en el que me abalance sobre tu boca para besarte, pensando en que podría retenerte para siempre de esa manera. 
Soy capaz de prometerte todos los días de mi vida y no darte más allá de unas cuantas noches para los dos. 
Puedo volverte loco, hacer que pierdas la cabeza aunque no sea por mí. Intentar que no distingas la noción del tiempo, que para ti pasen horas cuando son minutos y segundos cuando son horas y estás a mi lado; todo depende del día, del momento y de mi estado de ánimo, siendo este siempre relativo al tuyo. En fin, sabes cómo soy y también conoces todo lo que dicen. 
No eres mío, eso está algo más que claro y debo reconocer que me mata día tras día, hasta que llega la noche para poder poseerte en mis sueños. Y de nuevo, a la mañana siguiente, levantarme odiándote porque no estás a mi lado tumbado en la cama. Pero yo tampoco soy tuya, nunca lo seré, o al menos, trataré de no serlo. De eso puedes estar seguro. 
Intentar perderte sabiendo que nunca te tendré, recuperarte cuando estás más que perdido en los brazos de otra, en su cama, en sus sueños, en su vida. Afirmar (sabiendo que no lo admitiré nunca) que jamás va a existir un "nosotros" integrado por ti y por mí, que de alguna manera le perteneces a ella y no a mí, que es otra la que ha conseguido disfrutar de tus besos, saborear tus abrazos y perderse contigo entre las sábanas.
Pero, ¿sabes? Pese a todo tengo miedo a acabar olvidando todo lo que un día me hiciste  buscar. Nunca he dejado de quererte, ni tratado de olvidarte.