la culpa fue mía por escoger suicidarme contigo…

martes, 18 de diciembre de 2012

Mal de muchos, consuelo de idiotas.

Presión. Hace días que sólo siento eso. No hay nada más. Detrás, supongo que una historia con algo de estrés, la mía y el mío. 
Recuerdo cómo quería ser cuando era pequeña y lo que más me duele es que me he fallado a mí misma y creo que también a alguna que otra persona cercana a mí. No sé por qué pero he acabado así. Dicen que una persona cambia por dos razones: ha aprendido demasiado o ha sufrido lo suficiente, no sé si me explico. Soy consciente de que he jodido solo por intentar 'desahogarme' o porque antes me putearon a mí, razones que no justifican los hechos, aunque eso ahora importa poco. El daño es irreversible en ambos bandos. Para bien o para mal. No se puede volver atrás y rectificar, ni volver a nacer y llegar a ser esa niña feliz, alegre, sin preocupaciones ni problemas, que soñé ser cuando era pequeña.
El único consuelo que me queda es escribir un par de líneas en primera o tercera persona, refiriéndose a algo, alguien o que no tengan nada que ver conmigo. Eso y un par de golpes secos acompañados de unas cuantas lágrimas asegurándome antes de que nadie me va a ver llorar. Después, una sonrisa forzada y un "todo está bien mamá" o un "siiiiii, me va genial, estoy súper contenta" a cualquier familiar o amigo. Hay veces que es mejor mentir a contar la verdad y hacer que otros se preocupen por algo que sabes que no tiene solución.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Por cada putada, un vicio.

Por cada vez que me fallaste, por las subidas y bajadas, tus idas y venidas. Por las veces que te jodí, que me reí de ti, que quise putearte y joderte la existencia. Por tus sonrisas, mis lágrimas y por las mías, tus carcajadas. Por perder la falta de costumbre de un 'te quiero', un 'necesito verte aquí' o un 'por favor, ven'. Por los días contados y por las noches sin dormir. Sin dormir pero sin insomnio. Con nombre y apellidos, los tuyos. Más por menos, que menos por más. Soñar despierta, vivir con los ojos cerrados. Llantos nocturnos hasta ahogarme en ellos. Precipicios, moratones y karma. Dosis de todo lo que se pueda chutar, inyectar, fumar o injerir, para paliar mentiras que no hicieron más que introducirse de una manera u otra hasta acabar convirtiéndose en lo que deberías ser tú ahora, recuerdos. Un pasado que rememora diariamente, un presente inexistente y un futuro incierto. La razón es que me sobran falsos motivos y necesito historias en las que creer. Tengo a otros y me faltas tú. 
Digamos que te pienso mientras me olvidas. Triste, cierto e inequívoco. Al menos, parece estar justificado. 

Jode identificar cada palabra con un recuerdo

Hace tiempo que escribir se ha convertido en un reto. Es como un acto reflejo. Duele. Tiempo muerto. Todo ha cambiado desde que te fuiste, bueno sí, teniendo en cuenta que nunca te quedaste. Faltaron momentos pero me sobran recuerdos. No ha bastado con prenderles fuego y ver como se convertían en cenizas. No es suficiente. Siguen estando ahí. Ya no es lo mismo, quizás esto ocurre porque nunca comenzó. Añorar aquello que nunca fuimos, querer ser eso en lo que jamás nos convertimos, dejar pasar oportunidades  que no volverán a darse y joder porque te han jodido. Sin motivos ni razones. Auto-destrozarse. Tratar de dejarlo todo y para siempre en el olvido. 

viernes, 7 de diciembre de 2012

"Quedarán momentos, volverán recuerdos."

Has jugado, he jugado, sin reglas, con todo de por medio, día tras día, semana tras semana, mes tras mes y año, tras año hasta que el juego terminó. Quizás, ¿por un tiempo prolongado? No encuentro respuestas. Y aún así quedan secuelas, versos incompletos, cosas que decirnos, mentiras que prometernos, promesas que se esfumen y sentimientos aparentemente vacíos que se puedan mover y remodelar tantas veces como se quiera. Total, el daño ya está hecho. No hay nada de que hablar pero quedan temas que zanjar, visitas, viajes, escapadas. Sí, lo mencionaste más de una vez. "Un secuestro no forzado." Lo demás, lo demás es secundario. No hace falta estar bajo los efectos del alcohol, ni de las pastillas, LSD, éxtasis, anfetas, setas alucinógenas, rallas y/o similares  para admitir que queda algo aunque no se sepa qué es. Seguramente no sea nada, pero está ahí. Maldito subconsciente, puto orgullo. Más que físico, nos separa lo psicológico y que intentemos seguir nuestras vidas sin atender a las necesidades del pasado que no quedaron abastecidas. ¿Un beso? Apostaría por algo más que eso. Algo abstracto, puede ser pero que se sienta, es más, se siente, o al menos yo lo siento. Otra oportunidad, una nueva derrota, asimilando que siempre pasa lo mismo, que todo queda igual, que es caótico, problemas, sin recursos, sin motivos, sin razones, echando todo a perder. Sin remedio. No se pueden cambiar las cosas. Posibles soluciones, quemar recuerdos, coger el mechero y dejarse llevar. Sería en vano. Quedarían cenizas. Y es que, pase lo que pase, pasen los que pasen, se parezcan más o menos a ti, tengan o carezcan de una similitud a todas aquellas extrañas situaciones por las que pasamos, incluso me atrevería a citar aquí al tiempo, por mucho tiempo que se desvanezca, que se esfume y que se olvide, no podré obviar aquello que un día me hizo sonreír de tal manera. Porque el que se tratara un juego, una más, una menos, uno más, uno menos, no tiene tanta importancia como aquello a lo que no nos limitamos a querer. A ti, a mí, sin ti y sin mí. Como siempre y desde entonces. 

"Cabía la posibilidad de que acabase saliendo mal"

Había una posibilidad entre mil millones de acertar, de seguir adelante, de poder con esto y con todo. Yo hubiese apostado por ella, es más, lo hice. Lo más impactante es que esto empezó como un juego y, en fin, lo que se empieza jugando acaba gustando. Y es que, tú, contigo, sin ti. De ti. Hasta las trancas. Esta vez sabes a la mentira que me refiero. Esa que ha provocado la inaudita sensación de... de subir y bajar, de flotar, de soñar, de imaginar, de no dormir, de empalmar día tras otro estudiando para poder esperarte, pero de no querer quererte. Una especie de re-caída. Contigo. Otra vez. La misma historia de siempre, con el mismo final: perder todo lo que había de por medio, hacernos daño, alejarnos más y acercarnos menos, independientemente del espacio, del tiempo y del lugar. 

jueves, 22 de noviembre de 2012

Puro vicio

Todas las noches antes de dormir escucho un poco de rap, no sé, creo que me ayuda a conciliar el sueño. Pero esta noche ha sido diferente. He decidido pulsar el botón de reproducción aleatoria de canciones en mi blackberry pensando en que está bien variar un poco y ya que el día de hoy había sido bastante duro, necesitaba desconectar de la rutina. En estos momentos maldigo el instante en el que se me ocurrió la genial idea de pulsar ese botón. 194 canciones y precisamente tiene que sonar esa. 


WHEN YOU´RE CLOSE TO TEARS REMEMBER
SOMEDAY IT´LL ALL BE OVER,

ONE DAY WE´RE GONNA GET SO HIGH.
THOUGH IT´S DARKER THAN DECEMBER,
WHAT´S AHEAD IS A DIFFERENT COLOUR.
ONE DAY WE´RE GONNA GET SO HIGH

No me lo puedo creer, pensaba que la había borrado de mi lista de reproducción pero no, ahí estaba. Sonando. Recórdandome en cada estribillo todo lo que nos prometimos. 'We are gonna be for ever.' Y bien, ¿quién se cree ahora todo eso? Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas. Supongo que lo que siento es algo parecido a la impotencia. Esa sensación de no poder hacer nada frente a las dificultades y, posiblemente, también tenga algo de presión. Me agobia pesar en todos los momentos en los que decidí olvidarle, en todas las formas posibles de intentarlo, incluso en la de cosas que he hecho para tener una mínima probabilidad de borrar su recuerdo. Imposible, más que nada porque nunca existió un nosotros definido. Digamos que era como algo 'nuestro', inexplicable y difícil de controlar. Pero eso es algo que ya conozco más que de sobra. Lo que más me jode es que las veces en las que he estado más cerca de olvidarle (por decirlo de alguna manera) ha vuelto a aparecer de mil formas distintas y en fin, si a eso de mil dudas y un perdón le sumas que es mi piedra favorita... Pues caigo como una tonta a sus pies. Más que el no tenerle, me duele el tener que olvidarle y que él ya lo hayas conseguido con una asombrosa rapidez. Aunque no me lo creo. En este momento hay algo que me dice que parte de mí sigue en él, como parte de él está en mí.
Acabo de parar la canción porque me sentía incapaz de escucharla entera. Demasiado para una noche como esta. 
Pienso para mis adentros que no volveré a escribir nada que hable de él y sonrío. Es prácticamente imposible que lleve a cabo algo como eso. Escribir sobre él es puro vicio. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

martes, 13 de noviembre de 2012

Por miedo a olvidarnos.

Sabes que puedo subir, bajar, volver a subir y descender de nuevo tan sólo porque me apetece observarte desde ahí. Soy capaz de volver a creer una y otra vez en todas y cada una de tus estúpidas mentiras para pensar que estás conmigo. 
Puedo jugar a enamorarme, a pensar que soy inmune a todo eso que muchos llaman "amor", que no pasa nada y que soy yo la que decide quién sí y quién no, en lugar de aceptar la realidad y admitir que ahí no existe ningún tipo de criterio existente salvo lo que dicte el corazón. También se jugar a intentar olvidar, a deshacerme de recuerdos, tirarlos por la ventana, quemarlos con las cartas o romperlos en pequeños trocitos de papel. 
Es fácil lograr que sueñes cada noche conmigo hasta el punto de convertirme en tu peor pesadilla. 
Algunos días puede que me cruce de acera para no cruzarme contigo mientras que otros, rezaré y haré todo lo posible por un encuentro casual o intencionado. Me da igual como sea pero sé que bastará con verte. Puedo fingir que no sé nada, que soy una inocente y que no he roto un plato en mi vida mientras que te miro a los ojos fijamente, inmune a todo y a todos menos a ti. Habrá algún momento que otro en el que me abalance sobre tu boca para besarte, pensando en que podría retenerte para siempre de esa manera. 
Soy capaz de prometerte todos los días de mi vida y no darte más allá de unas cuantas noches para los dos. 
Puedo volverte loco, hacer que pierdas la cabeza aunque no sea por mí. Intentar que no distingas la noción del tiempo, que para ti pasen horas cuando son minutos y segundos cuando son horas y estás a mi lado; todo depende del día, del momento y de mi estado de ánimo, siendo este siempre relativo al tuyo. En fin, sabes cómo soy y también conoces todo lo que dicen. 
No eres mío, eso está algo más que claro y debo reconocer que me mata día tras día, hasta que llega la noche para poder poseerte en mis sueños. Y de nuevo, a la mañana siguiente, levantarme odiándote porque no estás a mi lado tumbado en la cama. Pero yo tampoco soy tuya, nunca lo seré, o al menos, trataré de no serlo. De eso puedes estar seguro. 
Intentar perderte sabiendo que nunca te tendré, recuperarte cuando estás más que perdido en los brazos de otra, en su cama, en sus sueños, en su vida. Afirmar (sabiendo que no lo admitiré nunca) que jamás va a existir un "nosotros" integrado por ti y por mí, que de alguna manera le perteneces a ella y no a mí, que es otra la que ha conseguido disfrutar de tus besos, saborear tus abrazos y perderse contigo entre las sábanas.
Pero, ¿sabes? Pese a todo tengo miedo a acabar olvidando todo lo que un día me hiciste  buscar. Nunca he dejado de quererte, ni tratado de olvidarte.

domingo, 28 de octubre de 2012

Aquí y ahora




Nos quedamos quietos, mirándonos, pensando, temblando. Se me pasan por la mente multitud de situaciones y acciones. La situación se tensa por momentos, pero ninguno hace nada por cambiarla. Es como si se hubiera detenido el tiempo y solo existiéramos nosotros dos, unidos por la oscuridad y unos pensamientos en común.

"eres música"

Si estoy solo tu me acojes eres mi fiel compañía, me hablas sincera y me esperas cuando empieza el día. Mi guía, mi faro de Alejandría, si me ves perdido te miro y elimino la tristeza en un suspiro. Das sentido a mi existencia, tú desobediencia, tú, sola presencia merece mi reverencia, tú me diste un don, fuiste mi espada, siempre encerrada en tu prisión si la inspiración faltaba. Desde la nada me abrazas, no prohibes ni amenazas tan romántica y auténtica, tú nunca te disfrazas como un hada y un verdugo firme escudo en la batalla, tú, a quién acudo si otros fallan. Me das retos, aventuras y responsabilidad, me das éxito y dinero me quitas la intimidad, me exiges crear, me haces temblar, soñar, me curas me eliges para hablar si las calles están mudas. Me desnudas con ternura y siento tu tacto y tu olor, si te veo volar libre entre la voz de un cantautor eres Ópera y Flamenco, eres todo lo que tengo y te amo,mientras brotas entre las notas de un piano. Y me desintegras pintando estas noches negras, me alegras, me invades, me evades, alejas las tinieblas y me resucitas siempre, nunca me mientes eres el recipiente donde lágrimas se vierten. Eres Tango y eres ritmo vives en do, re, mi, fa impredecible compás cuando te vistes de Jazz, llegas y me das ógixeno, mi único somnífero si el mortífero estrés tensa mis músculos, discípulo de tu inmensa maestría cuando no te conocía, como podía vivir sin percibir tu melodía fuiste mía y solo mía en mis horas de miseria,compones la banda sonora de esta tragicomedia. Tú reina entre mil reyes, cumbre de mis valles,me levitas y asi evitas que tanto odio me ametralle tú, si eres Hip-Hop muestras denuncia y carisma, pero te vistes de clásica y sigues siendo la misma.Eres tú, mi suerte, eres tú, tan fuerte, eres tú, tú, tan diferente surges y de repente la vida olvida a la muerte. Imposible de tenerte si naces de un pentagrama,si el drama yace en mi cama me abres enormes ventanas, tu llama jamás se apaga, luz de eterna juventud cuando llores punteando una guitarra de Blues. Eres tú, la rabia sucia y rasgada de Kurt Cobain el compromiso sincero de Marvin Gaye, la grandeza de John Coltrane improvisando con el saxo,la mirada niñada en los ojos de Michael Jackson. Y es que tu son me sedujo, tu luz me dejo perplejo y caí,reviví como el sol en forma de Soul y R&B bebí de tí el elixir y resistí los golpes, si fui torpe encontre por fin mi norte, mi soporte. Entre acordes de Mark Knopfler redobles de Hanckock Herbi, de Vivaldi hasta Elvis, desde Verdi hasta Jack Berry. Inmortales piezas musicales hacen que el tiempo se pare, estallan como bombas provocando ondas letales de esperanza, de aliento y vida, mi gran amiga solo tu haces eficaces todas las frases que diga, mi balanza, mi paz, mi druida, en la fatiga tu haces realidad los sueños que yo persiga. Y es que sin ti no hay destino, solo piedra y mil caminos, sin ti, soy un mimo temblando en el camerino. Pero tu acojes mis voces si me ves desorientado, y bailas conmigo un Vals igual que dos enamorados. Eres la llave inmortal que abre este mental presidio, desde Tiste-tutanclan hasta el ójala de Silvio. Envidio el poder que impones en canciones despiertas mis emociones, con creaciones de Ennio Morricone. Sensaciones sin control cuando eres Rock n' Roll, el erotismo de un bemol en la voz de Diana Krall el solo de guitarra eléctrica que el silencio rompe, la armónica que esconden las manos de Steve Wonder. Te vi dónde todo acaba y Nada Sira con Black Sabbath respiras vida con la calma que inspira Bob Dylan, oscilas y posees a James Brown mueves su cuerpo, junto a Freddy Mercury, Ray Charles jamás habrán muerto. Y es cierto da igual que suenes con un arpa o un acai, con la clase de Frank Sinatra o de Barry white. Eres la métrica enigmática que envuelve mi ser y lo salva, el idioma con el que los dioses hablan, eres música.

Puede que sea saber que te quieren y sentir que te lo mereces.

“Todos queremos alcanzar la felicidad. Todos. Pasamos días, noches y más días buscándola. Es el motor que mueve nuestra vida y el corazón que impulsa nuestros actos. Realmente es lo único que tenemos claro. Estamos aquí para ser felices, de momento. Y, en ese transcurso, pueden ocurrir mil cosas. ¿He dicho mil? Miles. Millones. Todas y cada una de ellas provocadas por nuestros actos y decisiones. No hay nada casual. Y no me refiero a que nuestro porvenir esté escrito a fuego desde el momento en el que nacemos, sino que absolutamente todo lo que acontece en nuestras vidas es producto y consecuencia de lo que hacemos o dejamos de hacer.
Nos lamentamos de la mala suerte, pero la alabamos cuando va de nuestro lado. Gritamos, lloramos y nos desesperamos cuando las cosas salen mal, culpando a todo lo que nos rodea. Reímos, nos emocionamos y nos alegramos cuando todo sale bien y nos lo agradecemos a nosotros mismos. Error. Somos responsables tanto de lo bueno como de lo malo. Somos los únicos dueños de nuestras vidas. Los únicos capacitados para cambiarla, mejorarla o empeorarla a nuestro antojo."


                                                                           J. Martínez.

                                                                                                                                                                   

miércoles, 24 de octubre de 2012

"Como el nudo que se me hace en la garganta."

Arriesgarlo todo para no ganar nada, sabes de que hablo. Lo sabes tan bien como lo sé yo, eso fue algo tan nuestro... Era una especie de juego, algo así al típico de "el que se enamore, pierde". Puede que simplemente se tratase de un tú y yo, o de algo parecido a una especie de nosotros pero sin futuro. Los dos estábamos jugando con fuego sabiendo que podíamos llegar a quemarnos.Y aparecieron quemaduras, pero de esas que duelen con tan sólo mirarlas. Hoy por hoy te confieso que he perdido la cuenta de las noches, de los días, que ni contigo, ni sin ti, ni nada de eso. Déjalo, no intentes entenderme; no me aclaro ni conmigo misma si quiera. Tampoco te pido que me comprendas, sólo quiero que me des otras 24 horas a tu lado, todos esos besos que por un puñado de km no pudiste darme, todos esos abrazos que nunca tuvieron lugar y que me dejes decirte todas esas palabras que se perdieron por el camino. Necesito que nos riamos de todo esto y que reconozcamos que es lo más serio, porque si tú pasas, yo contigo. Que me la sudan todas las peleas, los malos momentos porque confío en que todas las buenas rachas que tuvimos superaron a esos momentos de debilidad. Porque jode y escuece, y si jode y escuece de esa manera es porque te quiero; porque no soy de esas que olvidan rápido, ni de las que perdonan despacio. No tengo ningún tipo de problema en decirte que necesito tenerte, aunque tan sólo sea eso, un día más, un día menos. Contigo y a tu lado. Nada más. Después, después prometo volver a intentar olvidarte, pero te recuerdo una última cosa: ambos somos expertos en incumplir promesas. Al fin y al cabo, no hemos dejado de hacerlo y así hemos acabado, ¿o no lo ves de esta manera?

"Nunca llueve eternamente."

Pienso en mi madre, ella siempre me decía de pequeña que el amor verdadero sólo llega una vez en la vida, en eso tenia razón, le abrazo con más fuerza. Mi madre también me decía que los cuentos de príncipes y princesas no existen, que la vida es otra cosa mas dura, mas real, que los finales felices son cosa de películas de cine, que para amar primero hay que sufrir, en eso tenia cierta razón, pero no del todo. Yo a diferencia de ella siempre he creído en los cuentos de príncipes y princesas, y la vida me ha enseñado que si amas lo suficiente y lo deseas con todo tu alma, incluso las cosas más difíciles pueden llega a convertirse en realidad. La vida me ha enseñado que cuando encuentras el verdadero amor, ese que te hace latir el corazón con fuerza, nada ni nadie podrá nunca separarte. Yo creo en los cuentos de hadas, y creo en ellos porque igual que en el cuento que mi hijo me hace explicarle cada noche, mi Principe dormidito despertó. “Es un milagro” decían las enfermeras del hospital. Estaba clínicamente muerto. Hoy tantos años después yo sigo creyendo que fue mi beso quien lo despertó, porque yo soy su Princesa, eso me dice cada día al despertarnos.

                                                                                                   
                                                        Erich Ventura.

noches + días

Rocía su cuerpo con aquella fragancia que sólo usaba cuando salía con él. Toma una copa de tequila, fuma un cigarro.. Quiere olvidarle, va a conseguirlo con quien sea, o al menos lo intentará. "Si no es con uno, será con veinte", piensa.  Sabe que no se llamará con ninguno de ellos, que no habrá más citas y por supuesto que no escuchará un 'te quiero'. Francamente parece que le da lo mismo. Esa noche será su noche.

sábado, 20 de octubre de 2012

Quizás mañana la palabra "amor"..

Todos los días, nuestro camino se cruza con el de personas a las que quizás no volvamos a ver jamás pero que, aún así, pueden cambiar nuestra vida para siempre. Para bien.... y para mal. 
¿Qué pasa cuando vuelves a encontrarlas?

viernes, 19 de octubre de 2012

"Un nuevo comienzo"


Al final del camino estaba él, con su sonrisa, su mirada tan intensa como siempre, cómplice de una felicidad que ni él mismo podía explicar, de la que tantas veces había sido ella la culpable. Pero esta vez no. No iban a verse para eso.
                
Ella avanzaba lentamente, le costaba entender por qué las cosas habían acabado de esa manera, cómo podía haber terminado algo que juraron que nunca tendría final. “Las promesas se rompen, están para incumplirlas”, pensó. Y no se equivocaba. Todo tiene fecha de caducidad, hasta las mejores sonrisas que en un entonces fueron dedicadas. Incluso el mejor de los momentos se convierte un día en un simple recuerdo. Lo suyo también había terminado a pesar de que no pudiese asumirlo en ese momento. Su corazón le latía deprisa, pues se había acelerado al verle a él como tantas veces le había visto, le había soñado, le había sentido. Seguía sin poder creérselo. Él, que se había convertido en todo lo que añoró desde pequeña. Lo tenía delante de sus ojos y sabía que estaba a punto de perderlo.

Él comenzó a ponerse nervioso, no sabía bien lo que sentía. La sonrisa de su cara se transformó en una mueca y, aunque intentaba no aparentarlo, estaba dolido. Le angustiaba volver a verla. Se le vino a la cabeza aquella frase que le había dicho poco después de comenzar a estar juntos: “Ni eres mía, ni yo soy tuyo, nos tenemos el uno al otro y eso es más que todo y menos que nada." Verdaderamente no había sacado de su cabeza esta afirmación desde que comenzó a visualizarla a lo lejos. Sabía que en ella se resumía toda su historia, si es que se puede llamar así, y por eso sonreía. Por ella, por los dos. Al igual que intuía que iba a continuar en sus pensamientos durante mucho tiempo. Había tomado una decisión, no obstante, vacilaba sus propios pensamientos, dándole vueltas a su cabeza sobre si estaba haciendo lo correcto. Estaba hecho un lío y la culpa la tenía la chica que avanzaba asustada y lentamente hacia él. Comenzaba a ver las cosas de otra manera. No sabía lo que iba a pasar a continuación pero lo intuía, la conocía demasiado bien. Sabía que ella iba a sufrir, le iba a demostrar que estaba mal, que no podía más.

Así fue. Las lágrimas afloraron en su pequeño rostro. Comenzó a llorar. Casi había llegado al lugar en el que estaba él. No podía permitirse el lujo de perderlo. Jamás podría olvidarle. Ni a él, ni a los momentos que juntos habían pasado. Su interior se negaba inútilmente a rendirse. Sería demasiado fácil aceptar la realidad y dejar de luchar por lo que quiere, por él. Lloraba desconsolada. Necesitaba uno de sus abrazos, que le dijese que no se preocupara, que se había equivocado, que todo iba a salir bien de ahora en adelante. Sin embargo, comprendía que deseaba en vano. Había ido hasta allí para perderle. Lo sabía más que de sobra pues no cabía duda. Horas antes había sido claro y preciso: “Tenemos que hablar, esto tiene que cambiar. Ya no es lo que era. Lo siento…” Se sintió peor de lo que estaba cuando rememoró eso que él le dijo y lloraba con más fuerza que antes. Notó que esa sonrisa que tanto le gustaba, que tan especial le hacía, se había convertido en una contorsión de su rostro. Y eso le dolía. Le dolía mucho.

Él se estremeció. Se sentía culpable del llanto de aquella niña que tantas veces le había hecho soñar y seguir adelante. Rápidamente su cabeza cambió aquella precisa frase por algo mucho más valioso: todo lo que pasaron desde un principio hasta lo que parecía que iba a ser el final, es decir, hasta aquel momento. Ahí se dio cuenta de lo mal que se había comportado y de lo imbécil que había sido. Ella, que siempre estuvo cuando la necesitó, que sabía como hacerle sonreír, que no le había permitido llorar por nada, que le había dado palabras de ánimo y de esperanza cuando más falta le hacía… Ella estaba triste, llorando. Y era culpa suya. “No quiero perderte, no voy a dejar todo lo que nos hizo felices de esta manera”, recapacitó. Le molestaba verla así. Tenía que decidir rápido: o ella, o su orgullo. A ella apenas le faltaban unos pasos para alcanzarle y todavía no sabía lo que le iba a decir cuando se detuviese justo delante de él.

Era consciente de que, en apenas un minuto, iba a enfrentarse a la realidad que tanto daño le hacía. No había conseguido dejar de llorar a pesar de que lo había intentado varias veces. Dedujo que si le costaba dejar de llorar, olvidarle a él sería mucho más complicado de lo que jamás se habría podido imaginar.  De eso también estaba segura.

Había llegado el momento. Estaban el uno frente al otro. Ella había hecho un esfuerzo y lloraba un poco menos. Él no sabía como consolarla, no encontraba las palabras adecuadas. Ninguno de los dos sabía lo que iba a ocurrir a continuación.
“Por favor, si esto tiene que terminar, que sea ya. No quiero que se alargue más, no podría aguantarlo…”, pensaba ella.
Él estaba más seguro que nunca, no iba a dejarla. Le daba igual su orgullo, su dignidad y lo que los demás pensaran al respecto. Únicamente le importaba ella. Se acercó lentamente, la abrazó y le dijo que lo sentía, que no podía terminar con aquello, que le importaba mucho más de lo que ella se imaginaba.  Le sujetó la cara, la miró a los ojos y le secó las lágrimas. Volvió a abrazarla. Y la besó. La besó con dulzura, con cariño, con amor. Con un sentimiento tan grande, tan sincero y tan profundo que nadie podría llegar a entenderlo, ni mucho menos tratar de explicarlo. Habían estado a punto de acabar con todo, pero ambos coincidían en que aún no había llegado ese momento. Ahora sabían que nada es eterno y que el infinito no existe, y en el hipotético caso de que existiese, siempre se iba a quedar corto. Pero eran felices como nunca antes lo habían sido y eso era lo que contaba en aquel instante. Lo demás no importaba. Se tenían el uno al otro y aquello era más suficiente para ambos.

miércoles, 3 de octubre de 2012

"Demasiadas noches en vela"

¿Cuántas veces dijimos que nunca cambiaría nada entre nosotros, que siempre seríamos los mismos? Perdí la cuenta. Las cosas ya no son los que eran, ni nosotros los de entonces. Las diferencias son notables; si te he visto, no me acuerdo. Sabes de lo que hablo, sé que tú también lo sientes. He de confesarte que yo no he dejado de sentirlo, ni de sentirte. Cada vez que te veo... sdghsfgydsfigdfgusguydfgsdgdsg... Es indescriptible lo que noto cada vez que mis ojos se centran en ti, o simplemente cuando los cierro y te imagino. Pero también es imprescindible. Tan indefinible como cierto, como necesario y como mío. Eh, bueno.. Ahí me equivoco. Ya no eres mío, nunca lo fuiste. "Ni tú eres mía, ni yo soy tuyo, nos tenemos el uno al otro y eso es más que todo y menos que nada", ¿lo recuerdas? Ya ves que yo no lo he olvidado, no podría aunque quisiera. Es en momentos como estos en los que me doy cuenta de que es verdad todo aquello de que las palabras se las llevan el viento y las personas consigo, que todo lo que se da, se acaba quitando un día, y que, tarde o temprano, habrá que poner punto y final a una cosa que no parecía más que una simple coma. Pero bueno, las cosas como son y cada uno con su peo. Sé de sobra que jamás lograré entender una lengua sin tu saliva y que por mucho que busque, no voy a encontrar a nadie que se asemeje a ti en lo más mínimo. El infinito no existe y si existió, se quedó demasiado corto. Ambos lo sabemos, lo sabíamos también por aquel entonces pero decidimos hacer como si no hubiese fin. Aunque lo cierto es que nunca lo hay. Verdaderamente, los sentimientos no se acaban, tan sólo cambian de lugar en el corazón, en la memoria o en dónde quiera que los tengas, pero siguen ahí y eso se nota. Yo lo noto cada vez que te veo y sé que, aunque no quieras admitirlo, tú también lo sientes. Todo pasa hasta que te das cuenta de que sigue siendo como antes, que sigue estando ahí eso que un día decidiste ocultar y tratar de olvidar.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Esto es para ti, abuela


Dicen que el valor de una persona se mide por el vacío que deja cuando se va y tú... Tú dejaste un vacío enorme. Sabes de sobra que ninguno de los que te conocieron te va a poder olvidar. Es imposible olvidar una persona tan grande como tú. Por mucho tiempo que pase vas a estar con cada uno de nosotros y siempre te recordaremos por cada una  de tus virtudes, que no eran pocas. Gracias por todo abuela, por tus bromas, por tus juegos, por las comidas de los miércoles en tu casa. Gracias por unir a tu familia, por enseñarme a pintarme las uñas, por prestarme tus anillos cuando iba a veros al abuelo y a ti. ¿Sabes qué? Aún recuerdo que usabas la laca de Nelly y cada vez que la veo, joder cada vez que la veo me recuerda lo grande que eras, lo importante que eres y... Pero es que no sólo es eso... Todo me recuerda a ti. Recuerdo perfectamente que cuando iba a pasar las tardes con vosotros me cogías, me llevabas a la despensa y me dabas las galletas que más me gustaban del mundo. Yo luego las buscaba con mi padre para comprarlas pero  he de confesarte que no las encontraba... No sé de dónde las sacabas. Eras especial abuela. Me duele tener que hablar en pasado de una persona tan GRANDE como tú. No te haces una idea de lo que has llegado a marcar mi vida. Joder y es que recuerdo ese día como si de ayer mismo se tratase y no han pasado nada más y nada menos que 12 años.. Fue todo tan, no sé tan rápido, tan raro. Estábamos allí, en la casa de las Tendillas, fuiste al baño y Teresa y yo estábamos viendo la tele en la salita de al lado de la cocina y de repente, un chillido, un golpe y nosotras fuera de la casa. La ambulancia y yo que no sabía qué cojones estaba pasando en esa casa… Pasaron los días, no sé cuantos, quizás dos o tres y de camino al colegio, me caí y me abrí una cicatriz en la barbilla. Ese mismo día te fuiste. Te fuiste para siempre. No recuerdo cómo me lo dijeron. A veces parece que es como si lo supiese de siempre, que no hacía falta que nadie me dijera que ya no ibas a volver, que te habías ido, no sé, sigo sin entenderlo. Lo que más me molesta es que sé que me faltaron momentos para decirte lo mucho que te quiero. Y es que cuando pienso en ti y cierro los ojos veo el día en el que me regalaste ese oso tan grande que tengo a los pies de mi cama, el día en el que nos compraste ositos de gominola porque papá se enfadó con nosotras, el día en el que visitamos el puerto para ver los barcos, el día que fuimos a Puerto Banús y quisiste hacernos ese retrato. Eres la persona más increíble que conozco. Y hoy, bueno hoy y siempre, pero especialmente hoy, quiero que sepas que te quiero, que siempre te tengo presente y que nunca me voy a olvidar de ti. Quiero darte las gracias de nuevo por todo, por hacerme la chiquilla más feliz del mundo, por regalarme una infancia maravillosa y por hacerme sonreír cuando mis padres se enfadaban conmigo… Y también quiero que sepas que las cosas que me cuestan las voy a hacer, pero las voy a hacer por ti, porque te quiero y porque te necesito. Te echo de menos.

viernes, 21 de septiembre de 2012

'Si tú me dices ven...'

A estas alturas todos, absolutamente todos, sabemos qué pasaría si tú me dijeses: 'ven'. Está realmente claro, tú también lo sabes. Sabes que yo dejaría todo, todo por ti, por volver a ser lo que un día no fuimos. No se trataría de volver a empezar, sino más bien de continuar donde lo dejamos, de poder verte, decirte lo mucho que me importas, lo mucho que te quiero y todo lo que te echo de menos. Sé que no es tan fácil, que este tipo de cosas no suceden así porque sí, que todo se terminan porque existen razones, al igual que hay motivos que impiden que todo comience de nuevo pero, ¿sabes? Los principios suelen estar dónde tú los dejas, y no lo digo yo, lo dice una canción. Es difícil,eso es algo que también sé pero un día me dijiste: 'Dime un sólo motivo y te juro que me arriesgo, que lo dejo todo en el intento, pero dímelo.' No supe que decirte. Sabía cual era el motivo por el que deberíamos haber luchado y a día de hoy lo sigo sabiendo y lo mantengo: por nosotros. Sin embargo en ese preciso instante no encontré las fuerzas ni el valor para decírtelo, para luchar, para tenerte. Y te perdí. Te perdí por algo tan tonto que hay veces en las que me cuesta acordarme hasta a mí misma. Y me arrepiento. Me arrepiento porque te quiero, porque te echo de menos y porque te necesito. Joder que nada es igual desde que no estás, que me faltas tú. No te pido que vuelvas, eso es imposible. Y aunque yo lo hiciese, tú no lo harías. Sólo quiero saber que puedo contar contigo, darte a entender que puedes contar conmigo, aunque ambos sabemos que no de la misma manera que antes...
Y sí, una vez más es cierto aquello de que: Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Yo te he perdido y muy posiblemente, lo haya hecho para siempre. Pero si alguna vez decides volver, no dudes que estaré aquí para lo que quieras.
He aprendido a trompicones un montón de tonterías y a pescozones a besarte, llorando que no estoy de sobredosis. He jugado a destroquelar tus opiniones invirtiendo su cromancia y a electrocutarte el peinado y a limarte arañazos.He jugado a jugar contigo y me has ganado y ha habido veces en las que no estaba jugando pero jugaba a que no te dieses cuenta. He subido a lo más alto sólo porque luego la ostia iba a ser mayor. He dejado a gente estupenda por el camino y me empacha de indiferencia su recuerdo. Me he mojado cuando hizo falta mojarse y ya ni eso. He renegado del mundo hasta tal punto que me cuesta volver aunque sea para unirme a luchar. Ser o no buena gente, así, tan buena gentemente dicho puede, en fin, que sé yo, pero puede que sea saber que te quieren y sentir que te lo mereces. 

miércoles, 12 de septiembre de 2012

"Es como si estuvieras gritando sin que nadie te oiga. Es como si te sintieras avergonzada de que alguien sea tan importante.Sin él te sientes como nada. Nadie puede entender cuánto duele.Te sientes sin esperanza, como si nada pudiese salvarte.Y cuando todo se termina y él ya se ha ido, hasta deseas que todo lo malo regrese para que puedas tener lo bueno"

Y es cuando se va, cuando te das cuenta de que no va a regresar, de que ya se fue y de que lo perdiste cuando comienzas a valorar todo de una manera diferente. Piensas en sus palabras, en sus besos, en sus abrazos y en su forma de ser él, de ser vosotros y, de repente, te das cuenta de cómo eras tú cuando él estaba a tu lado y ahí es cuando te arrepientes de no haber valorado antes todo aquello, de olvidar, de dejarlo pasar y de pensar que encontrarías pronto a alguien como él. Lástima que no haya dos personas iguales... Hubiese sido increíble poder revivir cada uno de los momentos a su lado pero ya es tarde. Se ha ido y sabes que no va a volver. Ni tiempo al tiempo, ni segundas oportunidades, ni nada que se le parezca... Si una persona se va y regresa, jamás volverá a ser la misma, ni tú, ni él, ni vosotros. Es cierto todo eso de que las cosas cambian, las personas también  y el tiempo... El tiempo no cura, ni pone a cada uno en su lugar, se limita a pasar y dejar atrás recuerdos, momentos y personas. Es irónico, ese 'siempre' parece eterno hasta que se pasa y cuando se acaba, todo nos parece poco.

jueves, 6 de septiembre de 2012

miércoles, 5 de septiembre de 2012

"Todo es malo en exceso"

Ha pasado mucho tiempo desde entonces, muchas sonrisas, pero aún son más las lágrimas que desde entonces han sido derramadas por algún que otro motivo. También han pasado personas. Algunas han marcado, son de esas que siempre van a dejar señal pase lo que pase y pasen quienes pasen, pero tú... Joder tú eres un caso aparte. Otras, sin embargo, han sido un "hola" y "adiós", esas también me han traído algún que otro vano recuerdo de tu existencia. He conocido a otros desde entonces, sí, vale, te lo admito pero es que no pueden compararse contigo, o al menos no para mí. Tú y tu puta sonrisa. Tú y tu manera de ser, de ganarte a la gente, de hacer de nada un mundo y de hacerme pensar que eras diferente. Joder, claro que lo eres. Te juro que he intentado olvidar todo y cada una de las cosas que un día prometimos pero, ¿sabes? Ahora sé que tan solo fueron un par de frases, "nunca subestimes el poder de la palabra", decían. ¿Y qué hicimos nosotros? Subestimamos las palabras, el tiempo, eso de que los polos opuestos se atraen, quisimos ser esa excepción que rompe la regla cuando todo es verdadero aunque nos quedamos en el intento. Y, es que, por muchos otros que pasen estoy segura de que ninguno se va a parecer lo mínimo a ti y por mucho que busque, no voy a encontrar a uno igual que tú. Vale, dicen que todo es malo en exceso. Repito, dicen. Pero yo sé que todos los "te quiero" que un día te dije fueron pocos, que se quedaron atrás esos besos y momentos que nunca llegamos a compartir. Jode, jode mucho. Da impotencia. Me mata el no tenerte, no poder verte y me niego rotundamente a encontrarme contigo y hacer como si no hubiese pasado nada, como si todo fuese fruto de una de mis pájaras mentales. Miento si te digo que no fui feliz contigo, pero es que sé que ahora tengo que olvidarte, pese a todo. Me pediste que nunca me fuese de tu lado y he intentado mantener esa promesa pero has sido tú el que la ha acabado destrozando y convirtiendo en un puñado de palabras sin sentido. Ahora sé que me equivocaba pensando que podría hacer como si no existieses, que si no te veo, no te recuerdo aunque el tiempo y la experiencia me han demostrado todo lo contrario. Solo queda esperar porque confío en eso de que el tiempo todo lo cura y sé que acabaré por acostumbrarme a todo aquello que pudo ser y nunca será. Al fin y al cabo, las palabras son tan sólo palabras y los recuerdos, son eso. Pero siempre, y pase lo que pase es mejor sonreír por aquello que un día vivimos. No hay que darle más vueltas a pesar de que últimamente no pare de hacerlo. Es hora de ir dejando atrás todo aquello...

martes, 4 de septiembre de 2012

A finales tristes, principios bonitos

- 'Y es que estoy hasta los huevos de que nada salga bien, de soñar constantemente con acariciar tu piel.'
        + Pero tranquilo porque siempre   nos quedará una luna muda y el tibio escalofrío de los versos de Neruda.

martes, 28 de agosto de 2012

"-Hola, ¿qué tal? Llamaba para saludarte, desearte suerte aunque sea tarde. El tiempo ha pasado y no nos vemos, así no tengo que fingir que no te echo de menos. Hacía tiempo que no escuchaba tu voz y te mentiría si te dijera que sin ti mi vida va mejor. Siento ya no estar ahí para apoyarte. No bebo alcohol para olvidar porque no quiero olvidarte. Espero que comprendas, que entres en razón, prefiero tenerte lejos si no estoy en tu corazón. Y nunca es tarde, ¿no? Por eso nunca espero al tiempo... Sí te fuiste pero sigues dentro de mi pecho. Que no existe droga que me olvide de ti, el recuerdo son trozos de vida que no volveré a vivir. Y ahora que lo pienso... quizás fue mi error, por tratarte bien y no ser contigo un cabrón. Por no gritarte, no insultarte, no llamarte puta.. Discutir todo de algún modo a ti te gusta pero yo no soy así y de eso no te queda duda. Fuiste especial para mí como ninguna, Miro las estrellas hasta encontrarte, dónde buscar la unión de ellas hasta completar tu nombre. Sé que las promesas no se llevan a rajatablas ya que las promesas son sólo eso, palabras. Tú no cumpliste la tuya de nunca soltarme y yo no cumplí la mía de nunca alejarme. El tiempo no se para, pero nos separa. Pese a todo quiero verte con una sonrisa en la cara. Aunque te dije que te odio, que no existes, que te olvidaría.. Todo lo que te dije es mentira y no lo sentía. Espero que no olvides nunca el tiempo que vivimos, desde el primer beso al último que nos dimos. Antes de que cuelgue devuélveme lo que es mío, ese corazón que tú llenaste y ahora está vacío. Porque fuiste la mujer que yo más quise, aquí está la llamada que nunca te hice."


domingo, 19 de agosto de 2012

"El infinito es un final que no está escrito"

Hace poco leí una cosa que me hizo reflexionar: ¿Por qué todo junto se escribe separado y separado se escribe todo junto? Es una pregunta jodida, lo sé, una rallada, también lo sé pero es que por mucho que busques una solución a ese planteamiento no se lo vas a encontrar. ¿Por qué? La razón es bien sencilla: Porque de la misma manera, casi por ley y obligación, todo lo que empieza, acaba. 
¿Tumbamos el ocho? ¿Hacemos algo eterno? ¿Prometemos el puto "para siempre"? Juégatela. Cara o cruz. Ahora o nunca. No existen segundas oportunidades para aquello que no queremos terminar en un plazo definido de tiempo, ni tan siquiera indefinido... Todo nace y desaparece excepto el vínculo, no sé, al menos eso dicen. Es algo parecido a olvidar a quien no paras de recordar. Saber que inevitablemente algún día acabará todo aquello a lo que no quieres que se le ponga un punto y final, ya me entiendes. Sí, volvemos a ese "siempre" que se promete sin pensar guiado por un conjunto de sentimientos del momento. No sé, pero puede ser que sea que pensamos en el infinito, en un 8 que inclinamos hasta conseguir tumbarlo, en los 'para siempre', en los finales felices y no nos damos cuenta de que no pueden ir esas dos palabras juntas: FINAL feliz. Final implica que acabó de una manera u otra, feliz bueno.. feliz indica que terminó pero que terminó bien. El gran problema que he tenido durante todo este tiempo ha sido pensar que el infinito existe, cuando en realidad solo es un final que no está escrito.

Ni siempre es mucho, ni nada es poco.

¿Sabes una cosa? Resulta irónico que aquello que queremos que acabe pronto se prolongue durante bastante tiempo mientras que eso que tanto deseamos que sea por y para siempre no va más allá de unos pocos de meses. ¿Y yo para que te pregunto? Pues claro que lo sabes... Esto se terminó hace ya mucho tiempo, quizás incluso antes de que pudiese darme cuenta. Tan solo me arrepiento de una sola cosa: de no haber aprovechado el tiempo que pasé a tu lado, es decir, de no haberte dicho más veces lo mucho que te quería, lo importante que eras para mí, las sonrisas que conseguías sacarme con una mierda... ¿Quería? ¿Eras? ¿Conseguías? ¡Y una mierda! Joder que yo te quiero, y te quiero aquí y ahora y sé que no te voy a olvidar tan fácilmente, que por muchos otros que puedan haber, ninguno se va a parecer en nada a ti.Joder que yo sé que si te veo, me muero, que tanto tiempo no se puede quedar en un puto recuerdo, créeme que no es posible. Eso de que eres importante para mí... Joder eso lo supe desde la primera vez que te vi.
Debo confesarte que estas últimas noches no he dormido y si lo he hecho, me he levantado con la esperanza de que todo esto sea una pesadilla, de que no me borraste de tu vida, de que puedo seguir formando parte de ella de una manera u otra... Pero apenas unos minutos después me doy cuenta de que eso no es posible, que no va a ocurrir nunca, que ya tomaste esa decisión de dejarlo todo de lado. He revisado varias veces todo lo que hice en mi memoria y no he encontrado nada que pueda haberte hecho actuar así... pero también es verdad eso de "lo esencial es invisible a los ojos" así que, quizás y solo quizás, no pueda darme cuenta de mi error. Puede que ese error no hubiese sido provocado, tal vez eso que llamamos error sea que yo hubiese formado parte de tu vida, o tú de la mía, o, simplemente, que algún día nos encontrásemos y comenzase todo esto. Pero es que me da igual, me equivocaría una y otra y otra y miles de veces con tal de poder volver a estar contigo. 

lunes, 9 de julio de 2012

Solo te pido una razón.

Explícame si es que puedes el motivo por el que no has salido de mi cabeza, por el que sigues ahí desde el primer día. Dime por qué cada vez que estoy a punto de olvidarte, reapareces con esa maldita sonrisa. Te juro que no entiendo   la facilidad que tienes para volverme loca en cuestión de segundos y sé muy bien que si fueras yo, tú tampoco lo entenderías. Creo que nadie puede hacerlo. No sé como a estas alturas aún no he conseguido olvidarte. Conozco perfectamente cada uno de tus defectos, todas tus debilidades, tus jugadas. Sé de sobra lo hijo de puta que puedes llegar a ser y no hago nada por evitarte. Sabes perfectamente que he llegado a averiguar la peculiar manera que tienes de engañarme, de hacerme ver las cosas como no son, de decirme que solo hay una y que esa soy yo cuando, en realidad, estás con otras muchas a las que supongo que dirás lo mismo. 
En parte, esto pasa por conocernos tan bien. Es difícil olvidar a una persona que juega de esa manera, que te conoce tal y como eres y sabe como manejar la situación. Mira que eres jodido, ¿eh? ... ¿Sabes? Nunca quise perderte, jamás pensé que podíamos acabar así. No sabes cuánto y de qué manera me duele no poder estar contigo, no estar ahí a tu lado, apoyándote, en las buenas y en las malas, tal y como lo dijimos. Que "todo lo vivido no es tiempo perdido", eso dicen, pero para mí todo aquello fue más que un puñado de recuerdos. Quizás sea por eso por lo que, cada vez que vuelves a formar parte de mi vida, lo haces con más fuerza y dejas un vacío y un dolor todavía mayor. 

lunes, 2 de julio de 2012

"Vivimos en un mundo al que le falta compañía"

Directas disfrazadas de indirectas; pensamientos convertidos en canciones, recuerdos con fecha de caducidad, sueños rotos, promesas que nunca tuvieron intención si quiera de llegar a cumplirse. Todo es pasajero. Efímero. Esa es la palabra que logra definir todo esto. Ya no es por nosotros, ni por lo que fuimos, ni por lo que deberíamos haber sido, ni por lo que jamás seremos. No se trata de las veces que reí, que lloré, contigo. Y es que no es cuestión de las noches en vela, de las mañanas con la cabeza dando vueltas, del estrés de la nostalgia, de todo lo que se fue cuando te fuiste tú. Porque a pesar de cada putada, de todo lo que llegó a pasar, de las palabras que pronunciaste y se las llevó el viento y de las ilusiones que te llevaste el día que te marchaste. A pesar de lo que dolió aquello, de lo que costó superar, de que me di cuenta que el olvido no existe, de que el tiempo pasa y no se lleva nada de lo que dejaste en mi memoria. A pesar del "antes y después" que marcó tu marcha, yo sigo sin entender el por qué de tus idas y venidas. Continúo pensando en tu recuerdo y en cada uno de los días que pasamos juntos, sé que tú también los tienes presentes. Puto orgullo. 
A eso me refiero.  Millones de rollos como este, como el nuestro, comienzan y acaban prácticamente a diario. Son historias inconcretas que, únicamente, viven del momento  y en las que,por mucho futuro que crean que tienen juntos, nunca (y sí, digo nunca) se aspira más que a seguir soportándose la semana siguiente. Después de tanto buscarse, pum, todo y nada. Dolor continuo, fracaso evidente y delirio constante. Definitivamente, vivimos en un mundo al que le falta compañía. 

martes, 26 de junio de 2012

Prefiero parar el tiempo.

- Uno no dirige su propia vida, sino que es ella la que te dirige a ti. Es una circunstancia que se te escapa. Tú no puedes prevenir que algo así te vaya a suceder, son cosas que la vida te tiene preparadas y que es imposible descifrar. En un segundo todo puede variar.
+ Puede ser.
- Otro ejemplo: un día cualquiera conoces a alguien que piensas que es para ti, pero él no cree lo mismo. Tú intentas dirigir tu vida, que esa persona forme parte de ella de una manera y, sin embargo, resulta que forma parte de otra vida: no es lo que tú quieras que sea.
+ Pero, en ese caso, no es la vida quien te dirige y toma decisiones. Es otra persona, como tú y como yo, la que lo hace. No es un ejemplo válido.
- Sí que lo es. Es el destino, la vida misma, la que guía a la otra persona. Porque su vida actual ya está condicionada por lo que le ha pasado antes o por lo que él está viviendo ahora. La vida lo dirige a él y, de rebote, me dirige a mí.

- ¿Por dónde empezamos?

+ Podemos empezar diciéndote todo lo que te quiero. O mejor aún, empieza por mi cuello. Bésame y, mientras, te susurro al oído lo mucho que te amo, los años que llevo esperando este momento para estar a solas contigo.” 

Era tan indefinible como imprescindible.

"Es que estoy enamorado de ti y me estás haciendo la vida imposible. No te basta con no quererme, con liarte con otro delante de mí, más guapo, más maduro, mejor que yo. No te vale con hacer que mi existencia sea un infierno, que no piense en otra cosa que en tus ojos, tus labios, tu cuerpo perfecto. No es suficiente para ti que ya ni si quiera pueda oír nuestras canciones porque me pongo a llorar como un bebé. No basta todo eso sino que, además, me mientes. Me siento humillado. Haces que me preocupe por ti, me dejas plantado y no me cuentas la verdad."

sábado, 16 de junio de 2012

TE ECHO DE MENOS, Y MUCHO.

"Por esa persona que dijo que siempre iba a estar a tu lado y ya ni te habla, por aquel que te prometió que iba a estar indefinidamente ahí y todo quedó en unos pocos de meses, por aquel que conseguía sacarte una sonrisa en los peores momentos. Ese que, con tan solo un mísero "hola", te hacía la niña más feliz del mundo. Por ese chaval que sabía de lo que hablaba, que te repetía incansablemente lo mucho que te quería, lo feliz que era hablando contigo. Por esos planes de futuro que quedaron en el pasado. Por todo aquello que pensaste que podría hacerse realidad y se quedó en nada. Por como eras cuando estabas con él. Por lo rápido que pasaba el tiempo a su lado. "Horas como segundos", ¿lo recuerdas?. Por aquella vez que ibais a veros y nunca llegó tal momento. Por la maldita distancia, sí por esos kilómetros que más de una vez os separaron a pesar de que siempre estabais juntos. Por los recuerdos, pero no los vividos, sino aquellos con los que soñaste y jamás llegaron a suceder. Esos que dibujan una sonrisa en tu cara cuando los piensas. Por las noches sin dormir, hablando con él. Por los viajes, las escapadas, todos esos sueños que diseñasteis los dos. Por cada gesto. Por cada llamada de teléfono y por la cara de subnormal que se te quedaba mientras hablabas con él. Esa cara. Por aceptar sus defectos, por amar sus debilidades y por querer estar a su lado eternamente. Por cada mentira, por cada error, por cada equivocación, por cada pelea. Por todo aquello que vivisteis y por lo que nunca más volveréis a vivir. Por eso que os quedó por hacer
Porque no te he olvidado. Porque eso es imposible.Por ti, por mí. Por lo que te echo de menos y por la falta que me haces."

Fue una historia breve pero intensa

Puedes quedarte hecha polvo por alguien una sola vez. Después puedes enamorarte, decepcionarte y así sucesivamente, pero es diferente. Porque quedarte hecha polvo es otra cosa. Y si te pasa una vez (y a mí felizmente me ha pasado) luego quedas vacunada de por vida. Cuanto antes te pasa, mejor. Un poco como la varicela, supongo, que dicen que es mejor tenerla cuando eres pequeño porque después es más dolorosa.
                                                         "Siempre estarás tú", Francesco Gungui.

jueves, 31 de mayo de 2012

"Es necesario perderse para volver a encontrarse"

Una vez leí en un libro que hay veces en las que resulta necesario perderse, evadirse del mundo, dejarse llevar. Parar de pensar, algo parecido a lo que se debería sentir si actuásemos sin temer a las consecuencias. Dejar el mundo para centrarte en nada. Debe ser bonito aprender a vivir sin prisas. Creo que vale la pena intentarlo. Además ya no es eso, sino que se convierte en una necesidad que llegamos a experimentar en algunos momentos de nuestras vidas. Olvidarnos de todo y de todos. Llegar a poder pensar: "que le follen a él y que les jodan al resto". Apartar esa incertidumbre de tu vida. ¿Quién no ha soñado con eso? Vivir intensamente, sin miedo a nada, ni a nadie, con tan solo una idea en la cabeza, ser feliz. Luchar por tus sueños hasta conseguirlos y si no fuese así, hacer lo posible por intentarlo. Siempre se ha dicho que si hay una posibilidad, media posibilidad o alguna parte de esta que te puede permitir conseguirlo, debes probar a hacerlo. Si no arriesgas no ganas. 

domingo, 27 de mayo de 2012

"Lo que hemos vivido"

No te molestes, no intentes comprender lo que ocurre. No puedes. Nadie puede, ni si quiera nosotros mismos. Para entenderlo tienes que haber estado detrás de cada "te quiero", de cada "adiós", de todas las peleas y como no, del hacer las paces, de las veces que cada uno se ha comido su orgullo, de las sonrisas que me ha sacado, de las noches sin dormir que hemos llegado a pasar. Has tenido que estar tras cada lágrima, tras cada encuentro, detrás de cada mirada, de miles de planes que nunca tendrán futuro. Has tenido que tener ganas de él, como yo un día las tuve y has tenido que luchar y no rendirte, independientemente de todo lo que has pasado, hasta llegar a ese punto de no poder seguir adelante y tropezar más de dos, e incluso tres veces con la misma piedra. Ahí ya no fue culpa suya, sino tuya por creerle una y otra vez. Has debido aguantar más de una mentira, más de una rallada, de una pérdida de tiempo. Has tenido que aprender a quererle, a aceptarle, a respetarle, a pasar de peleas diarias a "te quieros" constanstes, hasta que se acaba. Sí, reconozco que han sido buenos momentos pero viene más a ser eso de "siete putadas por cada sonrisa", ya me entiendes aunque si te soy sincera, dudo que lo comprendas, yo tampoco podía hasta que dejé de pensar. Está todo más claro de esta manera.

lunes, 21 de mayo de 2012

Momentos congelados en el tiempo

Si tuviese que elegir entre todos los días de mi vida un momento especial, escogería sin dudarlo alguno de los que pasé contigo. Fueron inolvidables pero, ya sabes lo que dicen, todo es efímero, pasajero e, incluso puede llegar a convertirse en algo opuesto. Aquí lo único que está claro es que nada volverá a ser como lo fue en un primer momento. No sabes lo que fastidia, no te haces una idea lo que duele tener que aceptar esta puta y jodida realidad. Quizás una de las cosas peores es que no puedo echarte nada en cara, ni si quiera encontrarte un puto defecto, joder es que has estado a mi lado hasta en mis peores momentos, cuando nadie ha podido permanecer junto a mí y sin embargo.. tu sonrisa, tus ganas, tu voz, tus ánimos, tu formas, tus idas, tus venidas... han estado ahí, qué digo, has estado siempre. Créeme, eso sí que es jodido. Saber que nunca me fallaste, tal vez se acabó eso que bueno, según dices y según digo, pudo existir entre nosotros; a pesar de que no te sacas de la cabeza a alguien de la noche a la mañana. Al menos yo no lo he conseguido. También debemos ser sinceros, es que me cuesta entenderlo, te lo reconozco. Parecía que ese "siempre" que ambos prometimos iba a convertirse en un tiempo ilimitado, pero la realidad demostraría algo completamente diferente, nunca llegamos a tener un futuro ni medio claro siquiera. 
Dicen que no puede terminar algo que nunca empezó y que no puedes perder lo que nunca tuviste. Quizás sea esta la excepción que confirma la regla, viene a ser como perder lo que no es tuyo. Sí, eso de No puedes perder lo que nunca tuviste, no puedes mantener lo que no es tuyo y no puedes aferrarte a alguien que no quiere quedarse. Lo desafié por ti, por mí y por aquello que una vez tuvo que ser real.

lunes, 14 de mayo de 2012

Por echar, echo de menos hasta las peleas.

Dicen que nunca se sabe cuándo una persona que ya ha sido parte de tu vida, lo volverá a ser o, sin embargo, si se quedará convertida en un recuerdo, en una de esas grandes personas que entraron y se fueron de tu vida de la misma manera, sin avisar. Sabes de sobra sobre lo que te estoy hablando. Sí, de aquellas que te marcan, que hacen de tu propia existencia un "antes" y un "después" sin que tu puedas hacer nada para justificarlo, para entenderlo, para olvidarlo. Vale, el olvido no existe, tan sólo aprendes a convivir con aquello que tú tienes por recuerdos, eso que un día te hizo sonreír, sin forzar, con toda la sinceridad del mundo. Te hicieron feliz. Pero, ¿y ahora? No puede ser lo mismo. Es casi imposible. Todo lo que empieza, acaba, (es irremediable dado que todo lo que tiene un principio, también tiene un final) teniendo en cuenta siempre que "dónde hubo fuego, cenizas quedan". Aquello que fuimos, pudimos o imaginamos ser ya no forma parte del hoy, del día a día. Es gracioso, todas esas noches y noches sin dormir, aprovechando hasta el último segundo de ellas, como si desde un principio hubiésemos tenido los días contados. Un pasado que no tiene futuro. ¿Para qué vamos a engañarnos? Nunca lo tuvo. Ambos lo sabíamos. Lo que no acabo de entender es que si no era yo, dices que tú tampoco... ¿podrá haber sido el presente? Sabes de sobra quién fuiste pero ahora soy yo la que no sabe quién eres. ¿La razón? Bueno quizás no cambiaste, tal vez nunca te conocí bien. Y debo admitirte que pese a todo,me haces falta, necesito saber de ti por poco que sea. Es tan contradictorio... si yo lo sé y, la verdad, dudo que lo entiendas. Pero hay cosas que se no se eligen, que se sienten y ya está. Y eso que yo por echar, te confieso que echo de menos hasta las peleas. Pero, ¿quién sabe? Las cosas suceden siempre por una razón y, al menos, esto debe tener un mínimo argumento.

domingo, 13 de mayo de 2012

sábado, 5 de mayo de 2012

Es mejor olvidar la sensación frente al cubata

Quiero dejar claro una única cosa: no bebo alcohol para olvidar porque no quiero olvidarte. Las cosas no han salido como esperaba, vale, pero eso no implica que tenga que abandonar a la primera. Aún así es mejor luchar por lo que quieres, ¿no? Si no lo hago estaría contradiciendo mis propias palabras. No te lo niego, es mejor olvidar la sensación frente al cubata, prefiero recordar las cosas contigo tal y como son, rectifico, tal y como eran. Tal vez sea mejor así, no nacimos para estar juntos, sino para conocernos y aprender el uno del otro, para ser algo durante un tiempo determinado y luego... Espera, no habrá luego. Hubo un ahora con un "te quiero", un "hasta luego" y un "por qué". Después, el 8 tumbado terminó por desvanecerse de la misma manera que el tiempo se llevó nuestras palabras, nuestras promesas, mientras nuestros recuerdos permanecen. Sonríe, al menos valió la pena en su momento. 

bueno sí, terminó así.

Dicen que las cosas cambian, que las personas fingen hacerlo. Ciertamente no fuimos ni tú, ni yo pero.. entonces, ¿qué coño pasó? ¿Por qué? Son miles de cosas que no alcanzo a entender pese a que trato de responderlas día tras día. Miles de preguntas que fusilan mi cabeza cada noche antes de dormir. Pero tú ¿En serio que tú te has parado a pensar alguna vez cómo es que hemos terminado así? Tú y yo, ¿lo recuerdas? Parecía que nunca iba a tener fin, que siempre ibas a estar a mi lado, en las buenas y en las malas, en las duras y en las maduras. Por supuesto que todo lo que empieza termina, todos los finales finales son historias sin acabar. En vez de "amor y otras drogas" tendría que ser "amor y otras mierdas" pero no depende todo de ti, tampoco de mí, ni de nosotros, ni del destino, ni del futuro, ni de nada. Bueno sí, de las oportunidades. Claro, hay tres cosas en la vida que nunca vuelven: el tiempo, las palabras y las oportunidades. Cuatro en total si te incluyo a ti o a cualquier persona que entra en la vida de alguien por mera casualidad y se va de la misma manera que entró, sin avisar. Cuando te conocí bien me prometí no acabar con todo esto a la primera de turno, no quiero ser nadie en tu vida, entiéndeme... Al menos para mí tu fuiste importante. Quiero que sepas una cosa: te quiero y no sé cuanto tiempo va a pasar hasta que deje de hacerlo. No necesito que me digas una manera de olvidar, porque no pienso hacerlo hasta que no tenga otra alternativa. Antes de irte quiero que me prometas que siempre vas a ser el tío del que yo me enamoré, el que hizo que cada día me levantase con una sonrisa y me acostase con otra, el que podía levantarme en los peores momentos, el que fuiste el mismo día que te conocí.

viernes, 4 de mayo de 2012

Si sabes como vivir, puedes vivirlo todo.



Es difícil hacer comprender eso a quiénes piensan que la vida es tan sólo el armazón que en el pasado tenías, por cierto,  a quién ha dejado de emocionarse, prisionero de las innumerables dificultades de la vida. Como si las dificultades fueran únicamente un mal rollo cuando, en cambio, son oportunidades, ocasiones y posibilidades de demostrar que podemos conseguir todo lo que pretendemos. ¿Soy un idealista? ¿Un loco? ¿Un soñador? No lo sé. Miro alrededor y sé que la vida es dura. Sí, pero también espléndida. Conozco los problemas del mundo, no escondo la cabeza debajo de un ala, es duro suscribir una hipoteca para comprar un tugurio, es difícil encontrar trabajo que no te dé simplemente lo suficiente para sobrevivir, sino que, además, te permita expresarte y vivir de una manera digna. Y también soy consciente de las innumerables injusticias y violencias que nos rodean. No obstante, no he perdido la esperanza. Me conmuevo al contemplar un amanecer, daría lo que fuera por un amigo sin sentirme por ello pobre. Danzo con la vida, la invito a bailar, la abrazo sin excederme, la miro a los ojos y la respeto y la amo igual que adoro la mirada de una persona enamorada. Eso es. Me gustaría estar en esa mirada, 
dentro, siempre.

Live, love, laught-

Es como que hay algo que le pasa también a él. Y os reís aún más. y os miráis y os parece que todo esté diseñado para haceros reír y, entonces, te ríes sin cesar, y te da la impresión de que el destino está de tu parte. Sí, vale la pena reírse sin parar.

Keep the secret.

Tiene gracia. No cuenten nunca nada a nadie. En el momento en que uno cuenta cualquier cosa, empieza a echar de menos a todo el mundo.

jueves, 3 de mayo de 2012

Ni tú, ni yo. Ni antes, ni después. Ni ahora, ni nunca.

No vamos cuesta abajo y sin frenos. Ya nos estrellamos hace mucho tiempo. Las cosas no es que hayan cambiado de una manera tan radical, sino que, poco a poco se han ido mostrando cómo realmente son: cómo eres tú y cómo soy yo.  Nunca seremos dos, ni uno, ni tres siquiera.  Simplemente no seremos nada teniendo en cuenta que este concepto es el más amplio de todos. Por ello cuando me refiero a un "nada" entre nosotros hay que interpretarlo de manera indefinida, abstracta, infinita y lejana. Por tanto, no hemos sido ni tú ni yo, ni antes ni después, ni ahora ni nunca. Y no lo seremos. No creo que tenga un motivo específico a pesar de que cada cosa sucede por una razón, únicamente es así. Puede que haya razones pero no necesitamos comprenderlas. Las verdades duelen, a veces más que las mentiras. Lo importante de todo esto es saber que estuviste.

¿Qué tiene de malo la inutilidad?

Se dice que una cosa es inútil cuando no se le ve ningún sentido o fin, por tanto, tal  y como viene expresado en su definición, cuando algo es inútil no tiene ningún tipo de utilidad. Nadie quiere algo que no sirve para nada. Pero tampoco hay mucha gente que se haga la siguiente pregunta: ¿qué tiene de malo la inutilidad? La respuesta es muy simple: nada. Entonces, ¿por qué la despreciamos? Pues porque no la conocemos y si la evitamos es en cierta parte porque nos asusta lo nuevo, como a todo el mundo le pasa.Quizás cuando comprendamos que no es nada más allá de una sonrisa, cambiemos la visión que tenemos sobre ella. La afirmación más relevante de todas ellas es que todos somos inútiles. Sí, tú también debes darte por aludido y trata de modificar tu vida para que, en algún momento, puedas apreciar que en los pequeños detalles se queda plasmada la diferencia.

lunes, 30 de abril de 2012

Me sobra con sacarte una sonrisa.

Te voy a confesar un secreto: hace tiempo que dejé de verte como te veía hace unos meses. Me dije que tendría que luchar por ti, que dejaría todo hasta conseguir tenerte de nuevo, que si algo realmente me importa, debía buscarlo hasta encontrarlo y una vez que lo encuentrase, abrazarlo muy fuerte y no dejar que se me escape. Pero es tarde. Sí, sentí la tristeza, fue realmente jodido el perderte de esa manera, aún sin tenerte. Nunca fuimos uno, ni si quiera, sumamos dos, pero ¿sabes? Cuando terminó todo aquello hubo algo que me dijo "sigue, supera y empieza de cero". ¿Te has fijado? No pone olvida. Sé de sobra que no conseguiré olvidarte tan fácilmente, pero me da igual, cualquier escusa vale para sentirme mejor y no estar hecha una mierda. Muchas de las veces que pienso en ti, me pongo triste y solo tengo ganas de llorar, sin embargo, otras me saca una sonrisa sincera recordando cada una de las sonrisas, de las palabras, de los gestos, cada pedacito de ti que quedó recogido en mí. Vale, me queda mucho por decir, por aprender y por superar pero es que no me importa, yo, bueno cada vez que pienso en lo que pudimos ser... Se me ponen los pelos de punta pero lo peor es cuando te veo, cuando te tengo a menos de medio metro de mi, cuando me tiemblan las piernas, cuando no me sale la voz, no sé, es increíble como de nada pasaste a ser todo en tan poco tiempo y luego, de nuevo nada.  Me sobra con sacarte una sonrisa, con verte feliz, eso es lo que necesito, tu felicidad. 

domingo, 22 de abril de 2012

Se hizo eterno con cada palabra.

Ambos lo sabíamos. Nada es eterno, ni dura para siempre, ni acaba siendo temprano cuando es tarde. Era algo que día tras día, se iba apoderando poco a poco de nosotros. Ya no éramos los de hace unos meses. No había tanta fluidez entre los dos, no existía esa conexión que en un principio debió haber. Las verdades duelen, las mentiras aún más. Las apariencias engañan, ahí coincidimos todos pero las personas lo hacen con mayor maldad que las apariencias y tú, entre ellas. Me engañaste como a una tonta. Me hiciste creer tantas cosas, tantas promesas que desde un principio no pensabas cumplir. ¿Acaso para ti todo esto era un simple entretenimiento? Déjame que te diga que para mí, al menos, no fue así. Que me importabas. ¿Por qué estoy hablando en pasado? Me sigues importando y mucho. No entiendo muchas veces el cursar de las situaciones, el sentir de las personas y los sentimientos. Ya, a los sentimientos se la traemos bastante, pero que bastante floja. Y te lo digo por experiencia de cuando yo fui por ti solo eso, sentimientos. Te lo dije hace unos días, una persona no deja de ser importante o especial para ti de la noche a la mañana. Es teóricamente, prácticamente y esencialmente imposible. "Difícil de explicar, fácil de sentir", ¿recuerdas? Fuiste tú quién me dijo que, cuando estuviese a punto de llorar, recordara que siempre ibas a estar a mi lado, que me ibas a apoyar en todas las situaciones. SIEMPRE. Y fui yo la que te dije que iba a estar en tus buenas, en tus malas, en mis buenas y mis malas y, sobretodo, en nuestras buenas, nuestras malas y nuestras regulares. ¿Ves cuantas promesas se van con el tiempo? Ya no es por los recuerdos, ni por las ganas. Nada es suficiente cuando uno de los dos no quiere y es eso lo que falla. No vamos cuesta abajo y sin frenos. Ya nos estrellamos hace mucho, mucho tiempo.