la culpa fue mía por escoger suicidarme contigo…

lunes, 2 de julio de 2012

"Vivimos en un mundo al que le falta compañía"

Directas disfrazadas de indirectas; pensamientos convertidos en canciones, recuerdos con fecha de caducidad, sueños rotos, promesas que nunca tuvieron intención si quiera de llegar a cumplirse. Todo es pasajero. Efímero. Esa es la palabra que logra definir todo esto. Ya no es por nosotros, ni por lo que fuimos, ni por lo que deberíamos haber sido, ni por lo que jamás seremos. No se trata de las veces que reí, que lloré, contigo. Y es que no es cuestión de las noches en vela, de las mañanas con la cabeza dando vueltas, del estrés de la nostalgia, de todo lo que se fue cuando te fuiste tú. Porque a pesar de cada putada, de todo lo que llegó a pasar, de las palabras que pronunciaste y se las llevó el viento y de las ilusiones que te llevaste el día que te marchaste. A pesar de lo que dolió aquello, de lo que costó superar, de que me di cuenta que el olvido no existe, de que el tiempo pasa y no se lleva nada de lo que dejaste en mi memoria. A pesar del "antes y después" que marcó tu marcha, yo sigo sin entender el por qué de tus idas y venidas. Continúo pensando en tu recuerdo y en cada uno de los días que pasamos juntos, sé que tú también los tienes presentes. Puto orgullo. 
A eso me refiero.  Millones de rollos como este, como el nuestro, comienzan y acaban prácticamente a diario. Son historias inconcretas que, únicamente, viven del momento  y en las que,por mucho futuro que crean que tienen juntos, nunca (y sí, digo nunca) se aspira más que a seguir soportándose la semana siguiente. Después de tanto buscarse, pum, todo y nada. Dolor continuo, fracaso evidente y delirio constante. Definitivamente, vivimos en un mundo al que le falta compañía. 

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