la culpa fue mía por escoger suicidarme contigo…

lunes, 22 de junio de 2015

Metástasis y possit.

Espero que entendáis que donde duele no inspira: mata.

Hay personas que no te caben ni en todos los folios del mundo y despedidas que están hechas para possit de quita y pon. 
Si algo he aprendido es que el hecho de llegar un segundo tarde puede matar al paciente. Y luego estás tú, que odiando la medicina decidiste acabar con la mía en el primer cruce de miradas.. Aún no se ha inventado la condena para paliar el dolor de una huida, ni tampoco se ha demostrado la inocencia que ocultan tus pupilas. Tranquilo, sin ser juez llegaré a desmentirla, a mentirte casi tanto como tú por aquel día, a jugar a ganar hasta perder las ganas, hasta encontrarme a mí. Yo solo puedo ser desde que no estás. 
Me enseñaste a vivir muriendo y desde lo más profundo de mi cadáver te agradezco todo lo que hiciste por mantenerlo bajo tierra. Mi ataúd ya no espera tu regreso, así como yo espero que me dejes saturar todas las heridas que decidiste abrirme. Sí, saturar y no suturar.

Es el momento de confesarte que no me enamoré de ti. Me enamoré del fondo que tocaban mis manos imaginándose las tuyas, me enamoré de los versos que adornaban mi lápida. Perdí la cabeza por ahogarme en mis lágrimas, amé la descomposición de mi propia mente y lloré cada una de las manifestaciones de metástasis con tu nombre que causaban mis males.
Mi pena y mi pérdida de alegría. Y un adiós a mi dignidad.
Mi corazón ya no latía, el frío se apoderaba de mi cuerpo en los abrazos más cálidos, el propio mar me sabía a un ron puro, dulce y vomitivo, casi tanto como lo fuiste tú.

He muerto desangrada por dentro, he tenido hemorragias tan internas que han llegado a rozar lo superficial, me he visto reflejada en las calaveras y no he sentido temor al ver un cuerpo sin vida. 
Me deshumanizaste y no existe entidad anónima que esté dispuesta a reinsertarme en sociedad.

Para mí no existe la nada pues decidí matarte hace el tiempo suficiente como para querer vivir de nuevo.
Volver a mí. Y desear sentirme así.

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