la culpa fue mía por escoger suicidarme contigo…

martes, 3 de abril de 2012

Estaba claro, "siempre" era demasiado tiempo.

"Nada es para siempre" Ahí es cuando dijimos que seríamos nada pero nada siempre acaba terminando, llega su momento y entonces, ¡pum! Llegó el nunca y se terminó el siempre. Lo cierto es que estaba claro, siempre era demasiado tiempo.
Pensábamos que nunca iba a llegar este momento, ¿verdad? No nos dábamos cuenta de que, diariamente, esto que aún no sé muy bien como calificarlo se iba desmenuzando poquito a poquito. Y fue poco a poco como del "todo" pasó a ser "nada", ¿ves como era mejor no prometer cosas que sabíamos que no se iban a cumplir?  Era una tontería pensar que, bajo estas circunstancias, iba a ir más allá de unos pocos meses. Aún así decidí tentar a la suerte, dejarme llevar por tus palabras y darle fluidez a las mías. 
¿Qué pasó entonces? No lo sé, supongo que el silencio dice más de mil palabras y decidió hablar por los dos. Está bien, una cosa es lo que yo quiera, otra lo que tú quieras y otra lo que es la realidad...Y yo, bueno, sinceramente, sabía que este momento iba a llegar tarde o temprano, pero me lo esperaba más tarde. Ahora solo queda el bonito recuerdo de eso que nunca fue, que nunca pudo ser y que nunca será. 

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