la culpa fue mía por escoger suicidarme contigo…

lunes, 13 de enero de 2014

Título de la entrada.

Llevas el peso de lo que escribo hasta tal punto que ya no sé si es mano o si es la tuya la que trata de escribir estas líneas, cómo si intentaras decirme algo, cómo si te importara una mínima parte de mí, una escasa proporción de lo que un día fuiste y no volverás a ser.

Hasta ahora, pensar siempre ha sido saltar al vacío de la mano, aunque contigo. Y ya no sé pensar si no es por ti, ni escribir si no es tu nombre aunque sea entre líneas, aunque me llame loca y ni yo misma quiera leerlo, leerte, escribir-te. (Y eso que ya hace meses que te saqué de mi subconsciente).
Tampoco sé hablarte si no es a base de despedidas pero poco importa eso ahora, ni besarte si no es en las heridas que nunca intenté causarte, ni odiarte si no eres tú.

Que no conozco precipicio más allá de tu recuerdo y créeme que lo hice arder mil veces como mínimo pero, ya sabes, quien juega con fuego se acaba quemando. Y me quemé y me calé hasta 
nadie sabe dónde, ni cuándo, ni cómo, ni por qué.  
Pero fuiste tú y no otro, fue a ti a quién le di el poder de destrozarme, de ver la manera en la que se producía la sublimación de mi propio ser, el cambio de estado de mi alma hasta convertirme a mí misma en agua de mar y desvanecer en él. Y encontrarte a ti lo suficientemente lejos de allí como para poder comenzar la huida de todo aquello que quedó en intento.
                             
            Nos faltaron cojones y no llegaron a sobrar motivos, más bien todo lo contrario.









PD: ahora escribo sin sentido, sin sentir. Espero que entiendas que no es por ti, que esto lo hago por mí, por acabar de recoger y tirar al mar las cenizas de aquello. Tu nombre ya no cierra más títulos, al menos no los míos. 
Por cierto  mi número sigue siendo el π.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario