la culpa fue mía por escoger suicidarme contigo…

sábado, 24 de septiembre de 2011

¿Qué dificultad tiene ser feliz con las cosas más pequeñas? ¿Dónde está el problema en fijarse en los detalles más pequeños, más simples y más insignificantes? ¿Acaso no sabes que las casas no se empiezan por el tejado, y que si quieres ser algo grande tendrás que comenzar por algo pequeño? ¿Por qué nos agobiamos con problemas de un mañana que ni si quiera ha llegado y no disfrutamos lo que tenemos entre las manos? Ya es pasado, el segundo que gastas en recordar algo que no pasó, el tiempo que pierdes en estresarte, en sufrir, en hacerte infeliz... Todo eso hace que pierdas ese segundo de tu vida y, bueno, puede que por dos segundos no te vallas a morir pero, ¿de verdad eres consciente del tiempo que pasas pensando en cosas improbables, imposibles o como lo quieras llamar? Si sabes que se ha ido, ¿realmente piensas que va a volver? Déjalo, ¡qué mas te da! 
En serio, deberíamos dejar de preocuparnos por las cosas y aprender a vivir cada segundo como si fuera el último, así no desperdiciaríamos nuestras vidas, estaríamos bien siempre. No es que no tuviésemos momentos malos porque, estar de bajón es humano, es que veríamos las cosas desde otra perspectiva y muchas veces, eso es lo que nos hace falta para intentar ser feliz, al menos, intentarlo.

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