la culpa fue mía por escoger suicidarme contigo…

lunes, 8 de agosto de 2011

Porque pasa sin darse cuenta


La vida es mucho más corta de lo que parece y mucho más complicada de como la imaginamos pero a la vez, todo es más fácil de lo que pensamos. Normalmente solemos concentrarnos en los malos momentos, en hacernos daño, en  encontrar siempre un "no" por respuesta. Somos incapaces de ver las cosas bellas, de contemplar un amanecer o un atardecer tranquilos mirando el horizonte. Recordamos con anhelo los besos que nos dio esa persona, los abrazos que compartimos y los momentos vividos pero no disfrutamos del presente con la misma intensidad, no nos damos cuenta de lo que perdemos ya que estamos estancados en el pasado. Nos cuesta seguir adelante, eso va a ser. Tampoco somos conscientes de lo que hacen por nosotros las personas que más queremos: familiares, amigos, e incluso compañeros de colegio o de trabajo. Más de una vez nos hemos querido escapar para reflexionar, para pensar en qué estamos haciendo con nuestra  vida pero, al final, hemos acabado sumidos en drogas o alcohol porque pensábamos que eso nos quitaría la visión de la realidad. ¡Qué equivocados estábamos! ¿Estábamos? Estamos. Estamos equivocados. ¿Por qué en las noticias solo hablan de las cosas malas del mundo? ¿Por qué no cuentan hechos de los demás que ayudan o que contribuyen para formar un mundo mejor? ¿Por qué son las apariencias lo primero que nos fijamos? ¿Por qué juzgamos sin conocer? ¿Acaso por la carátula de un libro se sabe su contenido? ¿Por qué hay personas que tiran comida habiendo otras que mueren de hambre? ¿Por qué el recuerdo nos planta ganas de llorar en vez de una sonrisa porque fuimos afortunados al vivir todo aquello? ¿Por qué vemos la maldad en lugar de la bondad? ¿Por qué es más fácil poner una mala cara que una sonrisa? Supongo que no tendrás una respuesta muy clara para cada una de estas preguntas pero, ¿sabes?, estaría muy bien saber contestarlas. Yo lo hice. Me limité a cerrar los ojos y a pensar en mi pasado, reflexionar mi presente y aprender a que la vida te da palos pero te haces más fuerte y mejor. No sé si me entiendes, todo lo que sube, baja. Y no es oro todo lo que brilla. Hay que saber vivir momento a momento y descubrir lo mejor de los demás, ya sabes, cada persona es un mundo. A partir de ahora, vamos a fijarnos en lo bueno y combatir así lo malo. Después de todo no es tan difícil y, en el caso de que lo veas así, despedaza lo difícil en trocitos más fáciles, las cosas sencillas las hacemos con mejor gusto. Ya encontraremos fuerzas por el camino y si no, las sacaremos de donde sea, pero, las tendremos. Tómate diariamente cinco o diez minutos para pensar en ti, para reflexionar de tus cosas, qué se yo, pero tómatelos.  Y ten paciencia, poco a poco las cosas irán a mejor.

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