El amor en el fondo es eso, un engaño, aunque maravilloso.

 Conoces a alguien y solo le ves las virtudes, todo te hace gracia, todo es perfecto. ¡Ohhhh, que bonito! Sabes que no es así pero a ti te da igual. Luego, si llegas a superar un límite de tiempo, resulta que todo lo que antes te gustaba, ahora te pesa y te desagrada. ¿Sabes la de veces que yo me he dicho “pero a mí por qué me gustó ese tío?” ¡Y en una semana! Esa peca que parece que le hace especial, luego resulta que le hace feo; y ese diente tan mal puesto que le distingue primero, luego hace que su sonrisa se vuelva espantosa; y esa frase que te suena a música aunque te la repita cien veces, después te aburre cuando la imaginas o cuando te la repite una vez más. Visto y no visto. Te engañas siempre. Ves lo que quieres ver y sientes lo que quieres sentir.