la culpa fue mía por escoger suicidarme contigo…

jueves, 29 de diciembre de 2011

Corremos en lugar de vivir

Hay muchas cosas en la vida que no tienen explicación, que suceden sin más y que debemos aceptarlas. Hay circunstancias que se han desarrollado así porque sí y no se pueden cambiar. El sol brilla, las nubes son blancas pero se vuelven grises, la Tierra da vueltas alrededor del sol, la luna tiene 4 fases, no sé, hay cosas "rutinarias". Todo nos parece normal, no nos paramos a pensar en la belleza de un amanecer ni contemplamos el atardecer como si de una joya se tratase. Estamos unos meses con una persona a la que denominamos "especial" y luego no queremos volver a saber nada de ella. Las peleas, los malos hábitos, las enfermedades, el sida, el alcohol, la droga-adicción... Todo lo vemos normal. No sé, tal vez me equivoque, no es por dármelas de sabionda ni nada de eso pero yo con once años no estaba "enamorada" ni sufría por amor y hoy en día hay niñas que dicen hacerlo.. pero, ¿por quién? ¿Por Pocoyo? No me digáis que no... Y a los doce yo no fumaba, ni bebía, yo con doce años me pasaba las tardes jugando con mi hermana y mis amigas y visitando a mis abuelos. Con trece no me chutaba, ni con catorce me metí en los porros. Me da la sensación de que vivimos demasiado deprisa, como si de tiempo no se tratara, como si nos faltara este factor, quizás esa prisa por crecer nos esté destruyendo por dentro. Y sí nos destruye tan solo y principalmente por el hecho de que no vivimos, porque corremos y no nos damos cuenta de lo que pasa, no nos fijamos en nada y no luchamos por lo que queremos conseguir, simplemente nos dedicamos a actuar sin pensar en las acciones, sin dar explicaciones y sin fundamentarnos en nada, ni en nadie. Pero, ¿merece la pena?

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