la culpa fue mía por escoger suicidarme contigo…

lunes, 26 de diciembre de 2011

im(posible)

Dicen que los imposibles también existen, que cuando estás apunto de lograr algo aparece esta palabra en tu vocabulario y te vuelves incapaz de conseguirlo. Presión, incomodidad, inseguridad, falta de afecto o de cariño, incomprensión, intranquilidad, desmotivación...  No  sé muy bien el motivo, pero sé que ocurre. A todos nos ha pasado alguna vez. Nos volvemos incapaces de lograr nuestro objetivo y eso hace que sintamos rabia, impotencia. Esa es la palabra, IMPOTENCIA. Es decir, la incapacidad o falta de poder para hacer algo. No sé que es peor un querer y no poder, o un poder y no querer. Pero de lo que estoy muy segura es que la impotencia de la imposibilidad me va comiendo poco a poco, me vuelve insegura, hace que vea las cosas de una manera distorsionada y me hace dudar de mí misma y de las personas que tengo a mi alrededor. También es verdad que lo imposible es por definición, posible y que cualquier día aparecerá alguien que nos de las fuerzas a ti y a mí que necesitamos para conseguir ese reto de la imposibilidad. Todo es dudoso, nada se consigue, debemos luchar por ello, tanto tú, como yo, como esa señora que saludas todos los días cuando vas a comprar el pan. La felicidad es un estado de ánimo, no te lo niego pero tiene que ser un estado de ánimo permanente, que nos enseñe a mirar la vida desde el lado positivo. Así poco a poco, las cosas imposibles se convertirán en posibles y si no es así, algún día aparecerá en nuestras vidas alguien que nos enseñe el método de esta conversión, algún día... Hasta entonces solo queda esperar, esperar a la posibilidad entre el millón de posibilidades de que ocurra, y esperar mientras que luchamos porque suceda.

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